En la actualidad los índices
de estudiantes universitarios que son padres y madres, se han incrementado en
relación a unos pocos años atrás; no obstante esto no quiere decir que estudiar
y ser padres se haya convertido en algo fácil.
Iniciar
una carrera universitaria es un desafío y una apuesta a largo plazo, por lo
cual es importante fijar metas que nos ayuden a lidiar con los acontecimientos
que ocurran en el transcurso de ese largo camino. Teniendo en cuenta que el
inicio una carrera, generalmente implica una importante inversión de tiempo ¿convertirse
en madre o padre, implica desviarse de las metas? La respuesta definitivamente
es NO. Ser padres no implica dejar de lado nuestras ambiciones, sino por el
contrario, el nacimiento de un hijo nos impulsa a superarnos cada día más.
Lo
imprescindible a considerar es:
PREPARARNOS,
si bien es algo que naturalmente ocurre en cuanto a la situación física de la madre,
debemos mentalizarnos (tanto el hombre, como la mujer) en que titularnos en un
pregrado o posgrado, es una meta impulsada desde nosotros mismos, pero también
un objetivo pensado en el futuro de nuestros hijos.
ORGANIZARNOS, estudiar y cuidar a un hijo son actividades de tiempo
completo, aun así es cuestión de fijar un horario para cada actividad y
combinarlos cuando sea necesario; de la misma manera es preciso que nuestra
pareja sea un aliado constante, para que se pueda trabajar en equipo en dicha organización.
APROVECHAR
TODAS LAS SOLUCIONES, existen numerosas universidades que prestan en sus instalaciones,
espacios de cuidado para los hijos de estudiantes; esto se convierte un muy
buen beneficio a la hora de asistir a clases.
TENER
UNA ACTITUD POSITIVA ANTE TODO, si bien la combinación de libros y un bebé llorando pueden significar una bomba de tiempo, ante todo es necesaria la
actitud calma y la paciencia, ya que ambas situaciones sólo van a ser superadas
con tranquilidad, perseverancia y optimismo.